Tortuga de Florida
Tortuga de Florida
Estas subespecies pueden alcanzar de 20 a 30 cm de largo, aunque no es frecuente que superen los 25 cm. Los machos son de menor tamaño pero tienen las uñas y la cola más largas. Las hembras alcanzan un tamaño mayor que los machos, sin embargo tienen la cola y uñas mucho más cortas.
¿Qué ha pasado con la tortuga de Florida para terminar siendo un problema medioambiental?
La tortuga de Florida ha sido la tortuga más popular como mascota, tal y como lo demuestran las más de 50 millones de exportaciones entre 1989 y 1997, desde los Estados Unidos. En España, la venta de tortugas de Florida se hizo masivamente entre los años 1991 y 1998 aunque el comercio de esta especie de reptil exótico se inició unos cuantos años antes.
El éxito de la tortuga de Florida como mascota fue debido a su pequeño tamaño cuando era vendida en forma de cría, sus relativos fáciles cuidados y su bajo precio.
Sin embargo, la cosa cambiaba con el paso del tiempo, cuando aquella tortuguita terminaba midiendo hasta 30 cm de longitud, a lo que se le sumaba su larga esperanza de vida, que empujaban al propietario, cansado de mantener a una tortuga de grandes dimensiones, muy voraz y a veces hasta agresiva, a abandonarla sin saber las consecuencias de su acto a nivel medioambiental.
Ello supuso la entrada de estos reptiles exóticos en un medio ambiente que no les era propio, problema que fue más grave en lagos, estanques y ríos de las zonas urbanas, donde se liberaron muchos más de estos ejemplares que en zonas más rurales.
En España, fue frecuente la liberación de este galápago americano en el medio natural a partir de los comienzos de la década de los 90 del siglo XX.
La introducción de la tortuga de Florida tuvo como consecuencia en Europa el desplazamiento de las tortugas acuáticas autóctonas debido a que el quelonio americano estaba más acostumbrado a competir con otras especies de tortugas acuáticas que los galápagos de Europa, donde, como mucho coexistían dos especies de estos reptiles, el galápago europeo (Emys orbicularis) y el galápago leproso (Mauremys leprosa).
Ahora el factor comercios de mascotas ya no se puede tener en cuenta al menos a nivel de España porque la comercialización de Trachemys scripta elegans o tortuga de Florida en este país ya ha sido prohibida. Sin embargo, queda un número considerable de estas mascotas en los hogares de toda España, de ahí la necesidad de pedir la concienciación a los propietarios de estos animales exóticos que no las liberen en la naturaleza cuando se cansen de ella.
Existen refugios de animales, algunos de ellos especializados en reptiles, que se hacen cargo de estos animales.
También otras especies de tortugas de agua exóticas han sido observadas en algunos puntos de España, como es el caso de Trachemys scripta scripta o también llamada tortuga de orejas amarilla (hoy en dia igual de abundante que la tortuga de Florida en nuestros rios y lagos), asi como ejemplares de Pseudemys, Graptemys incluso algunas tortugas tan peligrosas como Chelydra serpentina.