Narval
Narval
El narval (Monodon monoceros) es una especie de cetáceo odontoceto de la familia Monodontidae que habita los mares del Ártico y el norte del Océano Atlántico. Es el único integrante del género Monodon y una de las dos especies de la familia junto a la beluga (Delphinapterus leucas).
Los machos de esta especie se caracterizan por presentar un cuerno muy largo y retorcido de manera helicoidal que puede llegar a medir dos metros y pesar hasta diez kilogramos (en el Museo Rocsen en Nono, provincia de Córdoba en la República Argentina poseen un colmillo de 270 cm que según dice el fundador Juan Bouchon es el más grande del mundo[cita requerida]). Se cree que este diente especializado puede ser un receptor sensorial o un carácter sexual secundario.
Esta especie está adaptada a vivir en el Ártico y se alimenta de animales del fondo marino. Carece de aleta dorsal y tiene un tamaño mediano entre los cetáceos, con una longitud promedio en los adultos que oscila ente 4 y 4,5 m y un peso de entre 1000 y 1600 kg. Posee una dieta que se restringe únicamente a algunos peces y crustáceos, de los cuales se alimenta primordialmente durante los meses de invierno, época en la cual consume un gran volumen de presas que captura en el fondo marino. Para ello debe realizar inmersiones que con mucha frecuencia superan los 800 m bajo la superficie, las cuales pueden durar hasta 30 minutos. Después del cachalote, zifio y elefante marino es el mamífero marino que se sumerge a mayor profundidad.
Se distribuye principalmente en aguas de la región ártica del norte de Canadá, los mares del lado ruso del océano Ártico y al norte del océano Atlántico. Habita principalmente en torno a los bloques de hielo que se forman durante los inviernos prolongados del Ártico, migrando a las bahías y fiordos circumpolares durante el verano. Se cree que la población mundial es de algo más de 75 000 ejemplares. En 2008 fue catalogado en la Lista Roja de la UICN como especie casi amenazada, debido a que se mantiene una caza significativa, controlada, por parte del pueblo inuit en Canadá y Groenlandia (Dinamarca), los cuales se benefician con su carne, grasa y el comercio del colmillo. También se ubicó en esta categoría por la evidente disminución en la población de algunos grupos, la falta de certeza sobre la cifra total de animales y el desconocimiento de las tendencias de crecimiento.
Otras amenazas para la población de este cetáceo son: la depredación por parte de sus enemigos naturales (tiburones, osos polares y orcas), la contaminación por plaguicidas y metales pesados, los atrapamientos dentro de densas capas de hielo al inicio del invierno que les impide moverse a mar abierto muriendo de inanición y por ahogamiento, y la poca capacidad de adaptación ante los cambios climáticos.
Curiosidades
1. El colmillo del narval y sus propiedades
Cuando vemos al narval no podemos creer que lo que sobresale en su cara sea un diente, y no un cuerno como comúnmente se cree. Aunque parece estar en el centro de su cabeza, en realidad sale desde su labio en el costado izquierdo de la boca. A pesar de que tiene otro diente, es más pequeño y se mantiene dentro de la boca. Lo extraño de este colmillo es que, a diferencia de los dientes de otras especies, es blando por fuera y duro por dentro, algo muy poco común.
2. Tamaño del colmillo
El colmillo del narval puede llegar a medir más de tres metros. Si lo miramos con poco detenimiento, vemos que es derecho, sin embargo, al mirarlo de cerca cuando crece, podemos ver que se va doblando en forma de espiral hacia la izquierda.
3. Flexibilidad
Su consistencia blanda por fuera y dura por dentro permite que el colmillo sea muy flexible, y fuerte al mismo tiempo. Puede doblarse sin romperse, algo muy necesario en los lugares peligrosos a los que está acostumbrado.
4. No se sabe la utilidad del colmillo
Todavía no sea ha determinado la utilidad del colmillo del narval, pero la teoría más popular es que sirve como arma. También es posible que se use para llamar la atención del sexo opuesto durante la época de apareamiento. Sin embargo, recientemente se ha investigado la posibilidad de que funcione como sensor ambiental. Los nervios presentes en el colmillo hacen que sienta las variantes en el agua, como la presión, la temperatura y la salinidad.
5. No todos los narvales tienen colmillos
Entre los narvales, solo los machos tienen colmillos, con la excepción de algunas pocas hembras. Si realmente fuera un sensor, debería estar presente en todos los narvales, así que esta información concuerda con la teoría del colmillo como llamador de atención en el apareamiento.
6. La piel del narval tiene vitamina C
Los estudios han demostrado que en la piel del narval hay una cantidad de vitamina C casi igual a la presente en las naranjas. En los lugares fríos donde viven los esquimales, la fuente de comida son los narvales. De no ser por ellos, estas personas no tendrían la cantidad suficiente de vitaminas.
7. No hay narvales en cautiverio
Estamos acostumbrados a que algunos tipos de ballenas sean capturadas para exposiciones. Pero el narval no sobrevive al cautiverio, y cada vez que se ha intentado encerrar a alguno, ha muerto.